martes, 24 de enero de 2012

El ego del creativo



Estoy rodeada de egos, entre ellos el mío propio. Todos y cada uno de nosotros poseemos ese pequeño orgullo que sale a relucir cuando menos nos lo esperamos. Hay egos por todos conocidos y egos con los que tenemos que lidiar de vez en cuando, entre ellos el ego del creativo.

El ego del creativo se manifiesta desde ese instante en el que gana el primer premio, cuando escucha por primera vez “este anuncio es la po**a”, “¡qué bueno!”, “eres un crack” y cualquier frase que se os pase por la cabeza.

Ahí se empieza a engendrar el monstruo.

Después del primero, con suerte, caerá otro premio. Si ya tienen dos, el ego se verá reforzado. “Soy bueno, soy bueno, soy el p*to amo”. No me mal interpretéis, me encantáis, en serio, me parece una de las profesiones más pasionales que existen y me encanta cuando me contáis las ideas pero… de vez en cuando, un poquito de humildad no os vendría mal.

No sois tan buenos, ¿qué habéis hecho?, ¿vuestra idea es la mejor del año?, ¿vuestra idea es mejor que “Pastillas contra el dolor ajeno? (y pongo este ejemplo porque es una maravilla en muchos aspectos).

Es ese momento en el que quieren que se hable de su campaña en todos los medios, no sólo en los de publicidad y marketing si no que , como su campaña es la más cool tiene que estar sí o sí, en las páginas y blogs de tendencias, esos que leen por las mañanas y que saben que leen sus compis de profesión sólo para poder decir: “tío, mira, soy tan guay, tan creativo y mi idea mola tanto, que he salido en el blog de referencia de los gafapastas… ¿a que molo?”

El ego del creativo se ve herido en ese instante en el que desde el Rincón del Publicista realizamos una crítica constructiva en nuestro muro en Facebook y de repente sale todo el equipo a “defender” la campaña. Ya nos ha pasado un par de veces, que por decir que una campaña no nos convence mucho, que se parece a otra, etc,etc… nos dan pal’ pelo.

Chicos, tranquilidad, existe la libertad de expresión, somos libres de opinar sobre campañas, anuncios y acciones de street marketing, las vuestras incluidas.

Las “piezas” son los hijos, todos los padres piensan que sus hijos son los mejores, los más listos y los más aplicados, incluso los más guapos. Por eso en cierta medida puedo entender la pasión con la que se defiende… pero, ¡ey! sed humildes, que vuestro éxito, o el éxito de vuestra campaña no irá más allá de un mes, una semana o un día y vuestro nombre sólo será conocido entre otros egocéntricos como vosotros.

Paz, amor y creatividad.

Por María Infante para elrincondelpublicista.com

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