viernes, 4 de noviembre de 2011

La 'competiactividad', factor clave en la comunicación 2.0



'Todos somos jugadores'... Una afirmación rotunda que responde a una clave genética, inserta en todas las especies y directamente vinculada a la supervivencia.

Todos competimos, queramos o no, por llegar a nuestros objetivos. Nuestro día a día está plagado de retos a superar, que nos obligan a activar ese 'modo competitivo' que nos incentiva e impulsa... Y es que, a ninguno nos gusta perder -otra cosa será la capacidad de cada uno para digerir un fracaso, pero ese es otro cantar-.

Con la llegada de la comunicación 2.0 y el auge de las redes sociales, nuestra olimpiada particular ha encontrado un nuevo escenario en el que proyectarse. Tanto a nivel personal, como de marca, este modelo de comunicarnos nos obliga a exprimir nuestra capacidad competitiva, con el objetivo de hacernos un hueco en la pista.

Posiblemente, muchos de vosotros pensaréis que no es así, que las redes sociales no tienen por qué convertirse en un estadio en el que las personas deban ganar nada... Y, en parte, es así. Pero sólo en parte.

Si atendemos a la fórmula magistral de funcionamiento de las redes, nos daremos cuenta de que la exigencia a la que nos somete el entorno, nos obliga a 'activar nuestro rol competitivo'. Estamos obligados a actualizar, a generar contenido atractivoque incite a la conversación. Tratamos de obtener respuesta por parte de nuestros 'amigos y seguidores', para no perder el tren del contacto. Buscamos esa foto maravillosa que nos 'defina y diferencie' a simple vista...

Incluso, hay una tendencia a acumular 'masa de seguidores', porque de su número depende nuestra 'apariencia' como tractores sociales.

Queramos o no, competimos.

Indefectiblemente, estamos abocados a significarnos socialmente en el nuevo entorno de comunicación. Pero, a diferencia de lo que ocurre fuera de la red -donde solemos proyectarnos de manera puntual y según las circunstancias-, el esfuerzo para conseguir sobrevivir en este medio debe ser constante.

Las redes sociales son una 'carrera de fondo', en la que individuos y marcas están obligados a mantener una actividad sostenida que dibuje su personalidad. No olvidemos que las redes son un escenario abierto 24 horas al día, dirigido a una masa de público expectante y más o menos afín. La construcción del mensaje se hace por acumulación de inputs, no por impactos puntuales, y el factor 'memoria' convierte en recurrente cualquier cosa que emitimos.

Y es en este punto, donde el formato descubre un nuevo concepto a tener en cuenta: la 'competiactividad'. Un palabro que define una nueva manera de entender la competencia. Basándonos en el tópico 'el movimiento se demuestra andando', la comunicación 2.0 nos plantea una revisión del mismo: 'la competitividad se demuestra actualizando'.

Y este mensaje, obvio para quienes ya conocen las interioridades de las redes, debe ser asumido por aquellos que todavía las miran desde la barrera y se están planteando dar el salto a la arena.

A ellos, cuya excusa habitual suele ser la 'falta de tiempo', sólo habría que señalarles el hecho de que si quieren seguir siendo competitivos, no les va a quedar otro remedio que  pasar a ser 'activos' cuanto antes...

Porque, por el hecho de no estar, no significa que no estés jugando.

Las Blog en Punto

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