En nuestro recorrido por los primeros videojuegos de la historia hemos repasado la historia de Tennis for Two (1958) y OXO (1952), dos sistemas que están considerados como precursores de los actuales sistemas de entretenimiento y que ocupan un destacado lugar en la historia del ocio electrónico. Existen algunas implementaciones anteriores a 1952 que son ampliamente reconocidas como videojuegos y que también contribuyeron tanto al desarrollo del ocio como al de los sistemas de computación en general. Entre estas computadoras pioneras estaría Nimrod, una máquina de 1951 que, como no, también tenía un destino lúdico.
Corría 1951 y se celebraba en el Reino Unido el Festival de Gran Bretaña, una especie de exposición nacional que se desarrollaba en todo el territorio para mostrar avances en distintas disciplinas como la ciencia o la arquitectura y, además, servir de impulso económico al país tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Dentro de esta feria de muestras, la Ferranti International, una empresa de ingeniería eléctrica (que además comercializó el primer computador de la historia, el Ferranti Mark I (1951), basado en el Manchester Mark I de la Universidad de Manchester), quiso mostrar la potencia de estos nuevos artilugios llamados computadores y plantearon la recreación del juego Nim en un dispositivo de nombre Nimrod.
El Nim es un juego de estrategia (se cree que de origen chino), que además se suele tratar de manera habitual en la teoría de juegos de las matemáticas y la matemática combinatoria, en el que dos jugadores se turnan para retirar objetos dispuestos en varios montones diferentes y en el que, al final, pierde el jugador que acaba retirando el último objeto del tablero. El juego encierra un interesante ejercicio de algoritmia puesto que dependiendo del número de objetos totales y los movimientos del adversario (que retira de 1 a n objetos), se debe trazar una estrategia que haga que sea el oponente el que termine llevándose el último de los objetos disponibles. Los distintos casos a evaluar y el algoritmo ganador son bastante interesantes y vale la pena echarles un vistazo.
Volviendo al caso del Nimrod, Ferranti fabricó un computador que jugaba al Nim contra un ser humano y que, lógicamente, tenía programado el algoritmo de resolución del juego. Con un aspecto muy futurista para la época, Nimrod utilizaba un panel con luces a modo de display y en el que se representaban los “montones” y cada luz simbolizaba un objeto. Además, para facilitar la visión y el juego, el usuario se sentaba frente a una mesa en la que encontraba el interfaz de entrada y el de salida, es decir, una mesa con luces y botones que tenía por detrás un panel con la réplica de la pantalla que permitía a los espectadores seguir el transcurso del juego.
Para facilitar el seguimiento, este panel trasero estaba compuesto por tres módulos:
Un módulo a la izquierda que detallaba las instrucciones del juego
Un módulo central que representaba el tablero de juego y el estado de la partida (gana el jugador, gana la computadora, turno del jugador, etc)
El panel izquierdo presentaba un modelo esquemático del computador en el que se podía ver el flujo del proceso que se seguía para que la máquina calculase el movimiento a aplicar
La máquina causó bastante sensación durante la exposición porque, según cuentan las crónicas, jugaba bastante bien al juego y no era fácil de vencer. Tal fue la sensación que la máquina se llevó a una muestra a Berlín y el primer Canciller de la RFA, Konrad Adenauer se atrevió con una partida en el Nimrod junto con el Ministro de Asuntos Económicos, Ludwig Erhard.
Sobre sus detalles técnicos, Nimrod consumía 6 kW de potencia, de los cuales 4 kW se empleaban en encender las luces de los distintos paneles. Además, estaba compuesta por 480 válvulas de vacío, de las cuales se utilizaban unas 350 y el resto se dejaba de reserva (por las que se fuesen quemando durante el uso). Para implementar la lógica digital se utilizaron diodos de Germanio a modo de puertas OR cuyas conexiones se realizaron, directamente, soldando los dispositivos a una única placa, por lo que el sistema no podía dividirse y su transporte era bastante complicado (medía 9 pies de alto y 12 de ancho). Nimrod era un sistema asíncrono, es decir, no tenía ningún reloj interno que gobernase los circuitos digitales por lo que, realmente, no era excesivamente rápido. Según cuentan las crónicas, a máxima velocidad, era capaz de trabajar a una frecuencia de 10 kHz.
Dado que Nimrod se fabricó expresamente para una demostración, la máquina se perdió y tan sólo quedó la documentación (dado que la empresa siguió operando hasta su desaparición en 1993). En el Computerspielemuseum de Berlín podemos encontrar una réplica, totalmente funcional, de Nimrod y, además, para los más curiosos, se ha digitalizado la documentación original, por lo que se pueden consultar todos los detalles de este computador.
¿Es Nimrod el primer videojuego de la historia? Pues como en los anteriores casos que hemos visto, no hay una opinión única al respecto. Formalmente, Nimrod es un computador digital que implementaba un juego, sin embargo, hay algunos grupos que no lo consideran un videojuego puesto que la salida se ofrecía mediante luces de colores y no con imágenes en movimiento.
Personalmente, creo que Nimrod se ganó, por méritos propios, estar en la lista de los “tatarabuelos” de las consolas de hoy en día.
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