miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cómo es un día en la vida de un diseñador gráfico.


Mientras para muchos los diseñadores son personas quizá excéntricas, intelectuales y amantes del arte con una vida donde pareciera que siempre se está en un sueño, la verdad es que muchas veces es todo lo contrario. La vida de un diseñador puede llegar a ser más caótica de lo que se piensa.  Para muchos diseñadores su sueño es poder generar diseños libres y significativos, llenos de creatividad y con el que comuniquen a nivel visual, intelectual y emocional el mensaje para el que fueron contratados. Pero la realidad dista mucho de eso y generalmente la labor del diseñador paga un alto precio en el alma creativa.
Mas allá del caos intelectual que significa para mucha gente poder dar forma a una idea y traducir en signos, símbolos e imágenes, mensajes completos; el diseñador o creativo se enfrenta además a interminables reuniones, revisiones y modificaciones del cliente, directivos o altos mandos; lo que desencadena muchas veces sentimientos encontrados y obliga al profesional a pasar muchas horas de trabajo desarrollando un proyecto para el cual generalmente no hay tiempo; trabajo que muchas veces es poco reconocido.
Todo ello hace necesario que diseñadores y creativos desarrollen no solo una alta tolerancia al estrés y la frustración, sino también modifiquen su estilo de vida a un contexto poco convencional, donde lo primero que se ve modificado son los horarios de sueño y comida. El café se vuelve vital e indispensable, no solo para despertar por las mañanas, sino también para sobrevivir y el que se acabe en la oficina muchas veces resulta más estresante que el trabajo creativo mismo. Por otro lado  los menús de restaurantes con entrega de comida a domicilio la alternativa más viable a una alimentación variada. A lo anterior habría que agregar en algunos casos, el botiquín siempre surtido de antiácidos y medicamentos para el insomnio o los dolores de cabeza.
Con todo esto no es de extrañarse que los Diseñadores Gráficos o Creativos, sean vistos en las agencias, despachos u oficinas, como esos entes raros, abstractos y aislados; quizá un poco locos, pero que invariablemente siempre están sentados o deambulan inmersos en sus pensamientos. Profesionales a los cuales pocos entienden, pero que resultan indispensables para la comunicación de ideas.
La siguiente imagen es un poster, y quizá pueda funcionar incluso como infografía; donde se describe en qué consiste un día común en la vida de un diseñador. Como su autor lo describe: “Se trata de un homenaje a aquellos que se encuentran en las trincheras de diseño y se enfrentan a las luchas cotidianas y universales del área gráfica creativa”.

Bono Diseno

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