En Estados Unidos denuncian que se violó privacidad de 218 millones de usuarios. Agencia Española de Protección de Datos también inicia investigación formal.
Luego de que Nancy Graf presentara el lunes una denuncia en contra de Zynga, empresa creadora de aplicaciones o juegos como Farm Ville a los que se accede desde la red social Facebook, por brindar la información de 218 millones de clientes de la red social a empresas de publicidad, se desató en todo el mundo una intensa polémica sobre los usos que dan los marketeros a la información privada de los usuarios.
Incluso, la Agencia Española de Protección de Datos ha iniciado una investigación al respecto y los analistas presienten que las denuncias aumentarán en los países europeos donde esas redes tienen mayor popularidad.
VENTAS AL ‘TARGET’
Johnny Sagasti Miranda, asesor de medios on line de Media Networks Latin América, comenta que el interés en las empresas por promocionar sus productos a través de redes sociales se centra en la forma como se segmenta e interactúa el público a través de las redes sociales. “Cuando uno se registra en Facebook, pone en su cuenta sus gustos o preferencias. Y solo en base a esos datos la plataforma permite segmentar al público objetivo de una campaña. Si una agencia de viajes busca potenciales viajeros, su anuncio publicitario aparecerá en todos los perfiles de quienes dijeron que les gusta viajar (opción: ‘me encanta viajar’)”, explicó.
¿Por este tipo de publicidad surgen las denuncias en España y Estados Unidos? La respuesta es no. Tal como aclaró Sagasti, la plataforma de Facebook no es fiscalizadora del uso que dan a los datos privados las empresas que realizan aplicaciones (juegos, test, etc.), es solo una plataforma que les da un lugar para actuar. Facebook ha aclarado que solo segmenta en forma automática a los usuarios con los datos de los perfiles, pero no brinda detalles personales a los anunciantes.
HAY LIMITES
Giovanni Lamarca Arana, catedrático de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), asegura que, más allá de las denuncias que se han realizado contra la empresa Zynga y las nuevas demandas que surjan ante la Unión Europea, los límites los pone el usuario. “Él determina qué tanto confía (o desconfía) en la empresa o red a la que alimenta con sus datos”, afirma.
A su entender, hay terceros que se agencian de la información a espaldas del usuario o de la red social (lo que se llamaría robo) y la utilizan para su propio beneficio. Si solo fuera para llenar de ‘spam’ las bandejas, no existiría mayor problema: el riesgo está en que pueden ser fuente de datos para actos delictivos. Y aun cuando en el Perú la División de Delitos Informáticos de la Policía Nacional todavía no ha resuelto casos relacionados directamente con las redes sociales, el peligro existe y está en las manos de los usuarios evitarlos.
PRÓSPERO NEGOCIO
En el Perú, tres de los ocho millones de usuarios de Internet utilizan Facebook, la red social que está de moda. Así –según Rodrigo Farcas, director de Fox Networks y representante de Facebook en Sudamérica con sede en nuestro país–, el número de usuarios se incrementa a un nivel de 10% mensual. Cada vez existen más empresas peruanas interesadas en utilizar este medio como una herramienta de márketing.
Los últimos estudios elaborados por la investigadora Dominio Consultores demostraron que en el Perú ya existen marcas como Bembos o el BCP que utilizan esta red social como un canal de márketing, y están logrando un posicionamiento en estos medios. Asimismo, existen diversas campañas publicitarias que se han valido del desarrollo de juegos en las redes sociales para captar a nuevos clientes y concretar ventas. Y aun cuando las inversiones en publicidad en Internet solo llegan a US$15 millones aproximadamente, el comercio electrónico, impulsado por la popularidad de las redes sociales, puede llegar a duplicarse y superar los US$500 millones de facturación anual.
Marcos Pueyrredon, presidente del Instituto Latinoamericano de Comercio Electrónico, precisó que en el Perú solo hay dos millones de compradores on line, pero se espera que la cifra aumente a cinco millones el próximo año.
Fuente: El Comercio